Todos los ahorros, puntuaciones y comparaciones parten de productos análogos, que, en general, hace referencia al tamaño o la capacidad de un producto. Aquí tienes algunos ejemplos de clasificación:
Lavavajillas. Clasificados por tamaño: compacto, fino o grande.
Congeladores. Clasificados por tipo y capacidad: arcón de 100 a 199 litros, arcón de 200 a 299 litros, bajo encimera, vertical de 100 a 199 litros, vertical de 200 a 299 litros, etc.
Frigoríficos con congelador. Clasificados por tipo y capacidad: 50/50 de 100 a 199 litros, 50/50 de 200 a 299 litros, americano de 500 a 599 litros, americano de 600 a 699 litros, etc.
Frigoríficos. Clasificados por tipo y capacidad: solo frigorífico bajo encimera, solo frigorífico de 100 a 199 litros, solo frigorífico de 200 a 299 litros, con cajón para hielo bajo encimera, con cajón para hielo de 100 a 199 litros, con cajón para hielo de 200 a 299 litros, etc.
Secadoras. Clasificadas según la carga: 7 kg, 8 kg, 9 kg, 10 kg, etc.
Lavadoras secadoras. Clasificadas según la carga de lavado: 7 kg, 8 kg, 9 kg, 10 kg, etc.
Lavadoras. Clasificadas según la carga: 7 kg, 8 kg, 9 kg, 10 kg, etc.
Es fundamental hacer la comparación entre productos análogos, ya que no se puede comparar el coste de funcionamiento de una lavadora de 6 kg con una de 10 kg: la que tenga más capacidad consumirá más energía.
En cuanto a la refrigeración, puesto que no hay tamaños estándar, se clasifican según el tipo y la capacidad. No tendría sentido comparar el coste de funcionamiento de un frigorífico que solo refrigera con otro que tiene un cajón para hielo, ya que los congeladores consumen mucha más energía. Del mismo modo, no tendría sentido comparar un frigorífico con congelador 50/50 con uno 70/30, puesto que el modelo que reserva un 50 % de espacio para el congelador consumirá mucho más que el que solo le reserva un 30 %.